• Empaca en el bolso de tus hijos toneladas de amor y seguridad, pues cuando ellos te ven tranquilo y confiado, adoptan esos sentimientos y disfrutan por montones.
• Aprovecha las rutinas diarias como bañarlos, vestirlos o desayunar con ellos para recordarles lo importante que es ir al preescolar ya que allí jugamos, aprendemos y crecemos junto a muchos amigos y profes que están llenas de amor para dar.
• Si puedes recibirlo al salir del preescolar o verlo al llegar de trabajar, llénalo de risas, besos y abrazos…ellos pasan toda la mañana buscando tesoros repletos de amor, como piedras, hojas secas o “aguacaticos” para regalarte cuando te vean.
• Crece junto a ellos y celebra todos los días la maravillosa experiencia que es ser padres.