Esta etapa los niños son autónomos, autorregulan sus emociones, son independientes y cuidan de su cuerpo y sus pertenencias. Presentan mayor madures cognitiva para la lectura y la escritura.
Propiciamos acciones pedagógicas para fortalecer en esta etapa del desarrollo construcciones lógicas por medio de la resolución de problemas cotidianos, la exploración y el juego, descifran códigos de escritura relacionados con el medio que los rodea y crean hipótesis y dar explicaciones de lo que van descubriendo en los proyectos de aula.
Promovemos en ellos el liderazgo por medio de la personería y los ayudamos a ir madurando de forma más consiente en la identificación de emociones y la formación de su carácter.